viernes, 8 de agosto de 2014

Detectadas nuevas Sustancias Agotadoras de Ozono en la atmósfera





Expertos de la Universidad inglesa de East Anglia (Reino Unido) identificaron cuatro nuevos gases que contribuyen a la destrucción de la capa de ozono, si bien desconocen su origen y piden más investigaciones. El estudio fue publicado en la revista “Nature Geoscience”.
Científicos de la Universidad inglesa de East Anglia trabajaron a partir de diversos análisis del aire, algunos tomados en los pasados años setenta, y han descubierto las nuevas sustancias, cuya acumulación es motivo de preocupación.
La capa de ozono, que se encuentra a unos 30 km por encima de la superficie de la Tierra, tiene una labor crucial a la hora de filtrar los rayos ultravioletas, que pueden causar cáncer en las personas y problemas de reproducción en los animales.
Científicos del British Antartic Survey, en la ciudad inglesa de Cambridge, descubrieron en 1985 un "agujero" en la capa de ozono de la Antártida, lo que motivó que 1987 se restringieran -con la firma del protocolo de Montreal- las sustancias que lo producían. Por entonces, los expertos habían identificado la producción de clorofluorocarbonos (CFC) como destructores de la capa de ozono.
Sin embargo, los últimos estudios apuntan a nuevos gases que no fueron detectados antes de los pasados años sesenta y sugieren que son producidos por el hombre, según ha declarado hoy el investigador jefe de este estudio, Johnannes Laube.
Estos cuatro nuevos gases entran en la atmósfera desde fuentes aún no identificadas, si bien tres de ellos tienen la composición del CFC y el otro es hidroclorofluorocarbono (HCFC).
Los expertos descubrieron los gases al analizar muestras de aire capturadas de distinta manera en los pasados años setenta, así como de burbujas de aire atrapadas en capas de nieve en Groenlandia.
Los científicos de East Anglia estiman que unas 74.000 toneladas de estos gases han sido emitidos a la atmósfera y se acumulan a un ritmo que es motivo de preocupación.
Algunos comentaristas científicos resaltaron que las nuevas sustancias pueden ser emitidas de plantas industriales o posiblemente utilizadas de manera ilegal.